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Los que vivimos en zonas costeras sabemos lo agresivo que es el salitre con las estructuras y elementos que se encuentran a la intemperie. La pintura requiere una renovación cada pocos años y los objetos metálicos se oxidan con facilidad, ocasionando desembolsos importantes de dinero cada poco tiempo, lo que influye, de manera inevitable, en la economía de las familias y las empresas.
Una prueba clara de este efecto de la humedad y el salitre es la puerta exterior de esta vivienda unifamiliar cercana al mar. La puerta de acceso exterior presenta evidentes signos de oxidación, habiendo perdido trozos importantes de chapa metálica. Los propietarios de la vivienda ya habían realizado varias reparaciones durante los años anteriores, sustituyendo los fragmentos de chapa que se iban estropeando por unos nuevos.
Nuestro primer cometido cuando vamos a usar los recubrimientos LINE X es preparar la superficie para poder aplicar nuestro recubrimiento, para que el producto quede totalmente adherido. Esta parte y el método de aplicación son los más importantes, ya que son los que van garantizar la calidad del producto, y su uso sin problemas durante muchos años.
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